sábado, 11 de agosto de 2012

Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres y ustedes dos nunca serán perdectos. Pero si ella puede hacerle reir al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recirtarle poesía, no está pensando en ti  en todo momento. Pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extrañala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Por que no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti.
"Tú dices que amas la lluvia, sin embargo usas paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tú dices que amas el viento , pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por eso es que tengo miedo cuando dices que que me amass"

Bob Marley.
Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores, uno con el que te casas o el que vives para siempre, puede que el padreo o la madre de tus hijos...Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella...
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impediran, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto dia dejaréis de intertarlo....Os rendiréis y buscaréis  a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más.... Todos sabéis de que os estoy hablando, por que mientras estabáis leyendo esto os ha venido un nombre a la cabeza.
Os libraréis de él o de ella, dejaréis de sufrir, conseguiréis encontrar la paz (Le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que deseéis que estuviera aquí para perturbaros. Por qué, a veces, se despende más energía discutiendo con alguien a quién amas, que haciendo el amor con alguien a quién aprecias.