lunes, 25 de julio de 2011

Como siempre cada viernes el despierta su corazón y detiene el mundo entero para verla. Cómo siempre en la tiendita de la esquina esta la flor, que el sabe que ha nacido para ella. Mientras va por el camino de su casa al amor, el revisa varias veces su bolsillo. Él ya sabe exactamente que es lo que va a decir, y en su mano aprieta fuerte el anillo. Quiero amarte y cuidarte por el resto de mi vida, besarte hasta que duela el corazón, quiero caminar contigo, nunca más decirte adiós y que el tiempo no pase jamás. Cómo siempre el toca al timbre y ella sonríe al ver la flor, pero siente que esta vez es diferente. Con la voz quebrada y de rodillas, toma su mano fuerte y en lágrimas le jura para siempre. Quiero amarte. Cómo siempre ellos hablan del anillo y de la flor, han pasado muchos años, y aun que ha pasado tanto tiempo el amor nunca pasó.

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