La vida no deja de sorprenderme. Es como una montaña rusa, tan pronto estás arriba disfrutando de toda la adrenalina que ello supone y gritando de la emoción con mariposas en el estómago, como bajas inesperadamente y con el corazón en un puño pensando 'cuándo acabará esto'.
Los momentos en los que te encuentras abajo son jodidos, insufribles, a veces se te pasan mil y una cosas por la cabeza y ninguna de ellas agradable, sin embargo sirven para algo. Para que valoremos y vivamos intensamente los buenos momentos cuando se nos presentan.
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