lunes, 11 de julio de 2011

- Y de este modo el león se enamoró de la oveja... - murmuró. 
Desvié la vista para ocultar mis ojos mientras me estremecía 
al oírle pronunciar cada palabra.
- ¡Qué oveja tan estúpida! - musité.
- ¡Qué león tan morboso y masoquista!

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