sábado, 16 de junio de 2012


Dar valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormir poco, soñar más, entender que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que quieres.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que quieres cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas. Toma tiempo para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de agradecimiento y aprecio que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.

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