Es
increíble lo poco conscientes que somos día a día de como cambia la vida, y lo
sorprendidos que nos quedamos cuando al mirar al pasado, descubrimos que nada
es como era antes. Parece inevitable que la vida siga su curso entre etapas
pasadas y nuevos retos, resulta difícil controlar cómo seremos en un mes, en un
año, en un periodo de tiempo incierto. Y es ahí donde aparece el lado azaroso
del destino. No sabemos lo que nos depara el futuro, personalmente, no sé si
llegaré a ser lo que quiero ser, no sé en qué circunstancias viviré. No podemos
elegir cómo va a ser nuestro futuro de un modo seguro, y tampoco podemos tener
la certeza de que tendremos a nuestro lado a quien nosotros elijamos. Todo se
reduce a querer, pero ello no implica que vaya a cumplirse.
Es increíble cómo crecemos y maduramos. Es increíble cómo personas llegan a
nuestras vidas un día cualquiera, como un doce de Marzo o un 14 de Mayo, y nos
la cambian, e incluso es increíble como personas que ya estaban en tu vida
ejerciendo un papel secundario acaban siendo los coprotagonistas de la tuya,
sin que tú te des cuenta del proceso
No hay comentarios:
Publicar un comentario