martes, 31 de julio de 2012


Parecerá una tontería, pero no es así, no lo es. No puedes cambiarlo ni siquiera TÚ que eres dueña de ti y de tus sentimientos, los mismos que te han llevado a él y que por cualquier razón, ahora, no puedes evitar mirarle cada vez que sabes que esta a tu lado, no sonreir al escuchar su nombre, no alegrarte al oír su voz, no saltar de emoción cuando parece que te mira, no liarte con las palabras cuando pasas delante suya, no sentir envidia de la persona que en ese momento está a su lado y le habla como si nada… No, no puedes ni evitarlo ni cambiarlo, porque aunque creas que eso es lo quieres, en realidad deseas que te dirija la palabra aunque sea para decirte adiós, que sepa que existes, que eres la idiota que, al fin y al cabo, solo pides una mirada, su mirada. Es así, le quieres.

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